Alfonso Medina, Doctor en Psicología. Master Certified Coach (MCC) por la International Coach Federation (ICF) y uno de los 7 Trainers Certificados en todo el mundo por una de las organizaciones de Coaching más antiguas y prestigiosas en el ámbito del Coaching, Success Unlimited Network L.L.C.® (SUN).
A veces, llegamos a una sesión de coaching esperando que nuestro coach nos diga qué hacer, cómo resolver algo que ni nosotros mismos tenemos claro, aunque sabemos que es importante, muy importante.
Y él, impertérrito, nos sigue preguntando: ¿Qué quieres llevarte de esta reunión, qué sería extraordinariamente útil para ti? Y nosotros nos plegamos en nuestra desesperanza diciendo “Es que lo que realmente quiero es imposible”. Él nos contesta: ¿Y si fuera posible conseguirlo, qué sería exactamente?.
Esto nos rompe, nos hace pensar y, sobre todo, coloca nuestra mente en lo posible en vez de lo imposible, en el futuro, en vez de en el pasado. Y además nos hace sentir por dentro “Est@ tip@ cree que puedo conseguirlo”.
Este es el primer gran paso.
Para mi coach, es importante fijar un destino, una señal de futuro. Un acuerdo de hacia dónde vamos. Y de repente, reconozco que para mi también, es lo único que daría sentido a estar aquí. Pero, me digo por dentro: lo que verdaderamente quiero es tan difícil, casi imposible diría yo, que …. ¿Cómo sería si lo consiguieras?, me dice mi coach.
¡Joder, si lo supiera no estaría aquí! (vuelvo a decirme por dentro, pero como soy educado le contesto: pues tendría que….. , habría que …..).
De nuevo, me veo contemplando una posibilidad. Mis emociones, mis sensaciones son otras (¡alguien cree que es posible!) y, encima le contesto que si tuviera las ganas de o si tuviera un plan para o si me llevara una herramienta que …. Habría dado un gran paso.
“Un gran paso”, piensa para sí mi coach. “Esto merece la pena”.
La sesión sigue y, poco a poco, voy viendo algo de claridad en donde antes veía obscuridad. Otro gran paso.
Y sigo andando temeroso y, a veces triste, y a veces esperanzado, todo por la marea de preguntas y respuestas.
Y por sorpresa me pregunta: ¿Qué tal vamos?. Y yo dudo qué decir porque aún me siento lejos, pero acepto continuar porque ahora me siento un poco más cerca de donde estaba cuando llegué y le dije que era imposible.
Este es otro gran paso para mi coach. Ya sabe que he pasado de imposible a difícil, de la obscuridad a la claridad, de sin rumbo a tener un objetivo…., y solo llevamos 15 minutos.
Si solo llevamos 15 minutos y est@ tip@ ya “me ha hecho esto”, ¿qué no me hará en 90 minutos más?
Con temor, pero con esperanza me entrego al descubrimiento de un camino que ni yo, ni él, sabemos dónde conduce.
En el transcurso, me siento cada vez más cerca, cada vez más sintonizado con lo que echaba de menos en este asunto, con mi potencial y con mi talento olvidado y, por un momento, empiezo a creer que tengo una posibilidad de conseguirlo o, al menos, de acercarme al objetivo/sueño deseado.
Ya no importa si lo consigo hoy, ya se que estoy en mi camino. Esto me tranquiliza, incluso “me da alas” para concebir otras posibilidades que acortan aún más la espera.
Otra vez, de repente, siento mi propia creatividad y empiezo a ver nuevos caminos, pero ya no me paro a pensar por qué estoy pensando lo que pienso, ni sintiendo lo que siento ni viendo lo que veo dentro de mi. Estoy centrado en cómo conseguirlo.
Podré tener más o menos suerte hoy, pero si sigo enfocado en el tema, tarde o temprano, veré una salida y sabré que hay soluciones para mi futuro.
Y me acordé de la frase en la película Bloody Mary (Pacífico Sur): Hay que tener un sueño. Si no lo tienes …. ¿Cómo se van a hacer tus sueños realidad?
Y de esta otra de Uranda: Great power is always produced through a process of focalizing a specific force into a confined area.
Y para finalizar, mi coach me pregunta: “¿Qué vas a hacer hasta que nos volvamos a ver ahora que tienes le sensación de … y el plan …. Y las herramientas ….?”
Y yo le contesto que esto y esto y esto aunque sigo dudando de si podré conseguirlo.
Pero cuando me encamino a la salida y me vuelvo a quedar solo ya sé y siento y veo que algo será distinto a partir de ahora.