Alfonso Medina, Doctor en Psicología. Master Certified Coach (MCC) por la International Coach Federation (ICF) y uno de los 7 Trainers Certificados en todo el mundo por una de las organizaciones de Coaching más antiguas y prestigiosas en el ámbito del Coaching, Success Unlimited Network L.L.C.® (SUN).
Porque nos gusta cambiar, evolucionar. A veces se nos olvida, pero nuestra infancia, nuestra adolescencia, nuestra juventud y …. son un viaje natural, poco esforzado e inconsciente a través del cambio, ese cambio que se convierte en aprendizaje, en control, en poder, en satisfacción. Y el proceso es como un viaje de vacaciones.
A mi me gusta aprender, conocer nuevos mundos o culturas, pero sobre todo el hecho de ir abierto a explorar, a ver lo que pasa, a vivir el momento, con mayor o menor tolerancia al imprevisto, con más o menos planificación, pero ir con la actitud de disfrutar y descubrir.
Una reunión de coaching es un pequeño viaje de exploración, de descubrimiento, a veces, de aventura. Es mejor que sea así.
Voy tranquilo porque mi coach es un excursionista, un explorador, a veces un Cicerone de ciudades. No sabe dónde quiero ir, dónde quiero llegar exactamente, pero siente que puede ayudarme a explorar, acompañarme, a veces animarme y retarme para ir más allá; y además es capaz de adivinar dónde abrir las páginas de mi guía para que encuentre la solución.
No hace o dice nada en concreto, pero yo vuelvo del viaje con nuevas experiencias, con aprendizaje sólido, imágenes profundas y sensaciones únicas, grabadas para siempre, y con la impresión de haber empleado las energías para recuperar la infancia o la adolescencia o la juventud, o … mi propia esencia.
A veces vuelvo y esa energía se me agota en el día a día y me cuesta mantenerla hasta Navidad. A veces pienso que el viaje es ajeno a mi realidad y lo abandono.
En Navidad, vuelvo a soñar, pero …. ¿Y mis fuerzas?
Mi coach me llama a volver a explorar, me recuerda mi viaje de verano y me recuerda quién he sido cuando me he sentido como quiero sentirme una vez más, y, como buen explorador, sabe que podría volver a hacerlo, incluso sin él.
¿Qué aprendes de esos viajes en los que te sentiste tan tú, tan a gusto, tan eficaz en tu inversión de tiempo, talento y dinero, tan auténtico, tan … tu mismo? ¿Cómo fue tu forma de hacer las cosas que te produjo tanto beneficio?
Me gusta ser un coach que invita a viajar con el espíritu de las vacaciones, de la excursión, de la exploración de nuevos caminos, de las nuevas experiencias, pensando en todo aquello que nos hace cambiar, sentirnos mejores y más eficaces. Porque sé que, al final del viaje mi cliente, su mundo y yo habremos cambiado, habremos evolucionado hacia un momento mejor.